Lo siguiente es una traduccion del articulo original, publicado 4 de marzo 2021.

Abolir ICE, también conocido como Abolish ICE, se convirtió en un grito de lucha para el movimiento pro-inmigrante durante la crisis de la separación de familias en el 2018. Gran parte de la crítica se enfocó en el “sistema de inmigración quebrado” y en lxs niñxs inocentes lastimadxs por el sistema, pero falló en exponer las conexiones profundas entre Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el sistema de castigo penal en los Estados Unidos. Dos años después, el asesinato de George Floyd despertó al público sobre el impacto desproporcionado del complejo industrial de prisiones sobre las comunidades Negras, y el movimiento para abolir la policía y prisiones abrió un paso de nuevas maneras. Dentro del movimiento pro-inmigrante, organizadores mostraron solidaridad con el Movimiento por las Vidas Negras y alzó historias sobre las maneras que ICE se enfoca en migrantes Negrxs. Recientemente, organizaciones políticas prominentes como ACLU y American Immigration Council han – por la primera vez - hecho un llamado para acabar con la detención masiva de inmigrantes. Mientras reflexionamos sobre el impacto sin precedentes del 2020 en nuestros movimientos, ya es hora que el movimiento pro-inmigrante incorpore los llamados mas amplios por la abolición de prisiones y la desfinanciación de la policía.

Al nivel mas básico, el castigo penal y los sistemas de aplicación de la ley de inmigración están completamente entrelazados: ICE colabora con la policía local para enfocarse en inmigrantes para su deportación y subcontrata con cárceles del condado para encarcelarlxs. En los últimos años, varios esfuerzos de reforma de la justica penal al nivel estatal han llevado a un aumento en prisiones vacías y camas en cárceles que ICE ha usado para detener a inmigrantes. El numero de inmigrantes encarceladxs en el sistema federal de prisiones por delitos de inmigración también esta creciendo. Pero quizás la conexión mas importante es la moral. Por años, el movimiento pro-inmigrante ha usado un lenguaje de criminalización que fortalece los estereotipos sobre un buen inmigrante quien merece alivio en comparación con lxs malxs que son desechables. No solo ha dañado nuestra habilidad de desafiar leyes y pólizas racistas y xenofóbicas; también esta codificado en racismo anti-Negro,  empujando división entre nuestros movimientos.  

 

Obama y los Limites de la Reforma

Por mas de una década, Demócratas se han enfocado en aprobar una reforma migratoria integral, lo que significa que han estado dispuestxs a hacer intercambios significativos con Republicanos con el objeto de obtener legalización para una fracción de lxs inmigrantes indocumentadxs viviendo en los EE.UU. Estos intercambios incluyen reforzar la militarización de la frontera y aumentar operativos de detención y deportación en el interior y colaboración con la policía local para arrear y deportar inmigrantes. Para justificar estos intercambios, lxs demócratas atrincheraron una narrativa de inmigrante buenx versus inmigrante malx. En un ejemplo infame, el Presidente Obama anuncio reformas administrativas que se enfocarían en “Delincuentes, no familias. Criminales, no niños. Miembros de pandillas, no a una mama que esta trabajando duro para mantener a sus hijos.”

En lugar de retar la idea de que gente con condenas por delitos graves o con afiliaciones de pandillas merecen ser deportadxs, defensores se inclinaron hacia el marco. Por ejemplo, muchas organizaciones han elevado investigaciones señalando como inmigrantes cometen menos delitos que lxs ciudadanos, sin entender completamente el racismo anti-Negro que sustenta a tales comparaciones. La estrategia de la administración de Obama intercambio mas operativos de detención y deportación por un poco de alivio, pero sucedió muy poco en cuanto a reformas positivas. En cambio, la narrativa le dio credibilidad a los ataques Republicanos hacia comunidades inmigrantes y Negras- y mas personas fueron deportadas que nunca antes.

La organización con la que yo trabajo, Detention Watch Network, fue fundada después de la aprobación de las leyes de inmigración de 1996, en que amplió dramáticamente el alcance de quienes podrían ser detenidxs y deportadxs. En el 2012, nos dimos cuenta de que nuestra falta de claridad sobre nuestra visión estaba dañando nuestra habilidad de ganar. Nuestras exigencias políticas eran la “detención como un ultimo recurso,” pero este marco solo empujó la idea de que algunas persona merecen ser detenidxs. A pesar de nuestros mejores esfuerzos a exponer todos los aspectos inhumanos de la detención, la respuesta de la administración fue el mejorar condiciones y aumentar transparencia. Era el final del primer termino de Obama y – a pesar de las primeras promesas de reforma sobre el sistema de detención de inmigrantes- el numero de personas detenidas y deportadas cada año solo había aumentado. Después de un año de colaboración con grupos como Critical Resistance y, a veces, conversaciones contenciosas dentro de nuestra membresía, actualizamos nuestra visión para exigir por un mundo sin detención de inmigrantes.

Inmigrantes en detención solo estan ahí esperando una determinación sobre su caso de inmigración. Aquellxs con condenas penales completan sus sentencias antes de ser enviadxs a detención de inmigrantes. Igual, nuestra posición contra la detención fue impopular, no solo dentro de DC pero también dentro del movimiento en si. La detención de inmigrantes se había normalizado tanto que la idea de deshacerse de ella parecía improbable, incluso para lxs mas comprometidxs con la justicia de inmigrantes. En su segundo mandato, Obama termino ampliando la detención de inmigrantes, incluyendo para familias. Pero cuatro años de ataques contra inmigrantes por parte de la administración de Trump, junto con el poder del llamado a la abolición desde los levantamientos del verano pasado, han cambiado al movimiento. En Agosto del 2020, mas de 170 organizaciones firmaron un plan de acción sobre inmigración que incluía la eliminación gradual de la detención y la despenalización de inmigración. Es difícil predecir que traerá los próximos cuatro años, pero la claridad de nuestra visión será fundamental para asegurar que no repetiremos los errores de los años de Obama.

 

Un Sistema Racista por Diseño  

ICE es derivado del complejo industrial de prisiones (PIC, por sus siglas en ingles), cual Critical Resistance define como “los intereses superpuestos del gobierno y la industria que utilizan la vigilancia, la policía, y el encarcelamiento como soluciones a problemas económicos, sociales y políticos.” El control racial asegura los sistemas de policía, encarcelamiento, y expulsión. La regulación de cuerpos Negros y de color a través de los sistemas carcelarios presupone que la sociedad esta compuesta de dos grupos: la mayoría blanca que merece protección y derechos legales y la minoría Negra y de color de la que el publico blanco necesita ser protegido de los dos. Tanto el complejo industrial de prisiones y la maquinaria de deportación se ampliaron en reacción a las ganancias de las luchas bien peleadas por los derechos civiles, así como también a los cambios demográficos de los EE.UU. El PIC es una respuesta fallada a los innumerables problemas sociales que enfrenta nuestra sociedad; similarmente, la maquina de detención criminaliza inmigrantes sin abordar las causes de origen del porque las personas migran a los EE.UU.  En varias maneras, ICE es un microcosmo del complejo industrial de prisiones, a medida que la agencia corre la canalización del arresto a la detención a la deportación.

La anti-Negritud impulsa la aplicación de la ley de inmigración en EE.UU.  El sistema de detención de inmigrantes comenzó a tomar su forma actual en 1980, cuando migrantes de Haití llegaron a la costa de Florida, y migrantes Negrxs aun son desproporcionadamente enfocados para la deportación. Dentro de las primeras semanas de la administración de Biden, cientos de inmigrantes de naciones de África y del Caribe fueron deportadxs. Entre ellxs fue Paul Pierrilus, un persona apátrida de cuarenta año que había vivido en los EE.UU. desde el 1985. Una condena de drogas en el 2004 desencadenó su estatus migratorio, y el fue ordenado para ser expulsado por un juez. Por años, el se reportaba con inmigración pero permanecia libre. Luego, en el 11 de Enero, ICE lo detuvo en una cita de rutina. Tres semanas después, Pierrilus estaba en un vuelo a un país en el que nunca había estado antes.  

ICE es solo una pieza del rompecabezas. Lxs inmigrantes son criminalizadxs por una variedad de agencias a nivel local, estatal y federal. En los últimos años, el Departamento de Justicia (DOJ) ha procesado cada vez más a inmigrantes por delitos relacionados con la entrada o el acto de cruzar la frontera sin documentación. Las leyes que permiten al gobierno hacerlo fueron introducidas en 1929 por Coleman Livingston Blease, un senador supremacista blanco de Carolina del Sur, para disuadir a lxs migrantes Mexicanxs. Sin embargo, rara vez se implementaban hasta las últimas dos décadas, cuando la expansión de la militarización fronteriza condujo a un aumento de los enjuiciamientos por violaciones relacionadas con la entrada, de 4.000 en 1993 a 91.000 en 2013. Las personas condenadas por enjuiciamientos contra migrantes pasan entre treinta días y dos años bajo la custodia del Servicio de Alguaciles de EE. UU.(U.S. Marshals Service) o del Buró Federal de Prisiones (BOP). Lxs inmigrantes con condenas por drogas a veces pueden enfrentar sentencias de hasta veinte años.

La mayoría de lxs inmigrantes bajo la custodia del Buró Federal de Prisiones (BOP) están recluidxs en prisiones segregadas para no ciudadanxs que, por diseño, carecen de servicios debido al hecho de que la mayoría de las personas eventualmente serán deportadas. Jesse Jerome Dean, Jr., un inmigrante Negro de las Bahamas que fue sentenciado a treinta años durante la guerra contra las drogas en la década de 1990, fue encarcelado en estas prisiones segregadas. Cuando finalmente fue liberado el 31 de diciembre de 2020 después de pasar la mitad de su vida encarcelado, fue transferido de inmediato a la custodia de ICE. Trágicamente, murió un mes después, el 5 de febrero de 2021, mientras esperaba la deportación. La reciente orden ejecutiva de Biden para eliminar los contratos federales con las prisiones privadas supuestamente eliminaría gradualmente estas instalaciones segregadas, que son operadas por empresas privadas. Pero muchos de los contratos subyacentes tienen una duración superior a cuatro años, lo que limita el potencial de un cambio permanente.

 

Consecuencias No Deseadas de los Movimientos Aislados.

Los esfuerzos para reformar el sistema de castigo penal y para eliminar las cárceles estatales han ganado una considerable tracción en los últimos años. Pero a medida que las cárceles reducen su población, ICE ha llenado las camas con inmigrantes detenidxs. En 2017, por ejemplo, Nueva Jersey eliminó la mayor parte de las fianzas en efectivo, lo que redujo significativamente la población en las carceles. Para ICE, que había estado tratando de expandirse en la región noreste durante años, esto fue una bendición; ahora, cientos de camas de cárceles vacías estaban disponibles para ellos. El condado de Hudson, una de las muchas cárceles del condado en Nueva Jersey que tiene contrato con ICE, duplicó su capacidad de ICE a 800 después de que la reforma de la fianza entró en vigencia en 2018. Sin embargo, en respuesta a la creciente presión de las personas formalmente detenidas en la cárcel, así como organizaciones activistas, lxs funcionarixs del condado de Hudson votaron para eliminar el contrato en 2021.

Lxs defensorxs pro-inmigrantes en la región estaban divididxs sobre la decisión de terminar el contrato de ICE en Hudson. La ciudad de Nueva York había comenzado recientemente a financiar la representación legal para residentes detenidxs en Hudson, y lxs defensorxs temían que lxs inmigrantes fueran trasladadxs fuera del estado cuando terminara el contrato, lo que les dificulta la contratación de un abogado. Lxs proveedores de servicios legales emitieron un comunicado pidiendo al condado de Hudson que siguiera deteniendo inmigrantes, a pesar de su apoyo al llamado para abolir ICE, y muchas organizaciones de derechos de inmigrantes posteriormente dudaron en su apoyo al cierre.

Como resultado de la pérdida de ingresos derivada de la reforma de la fianza, así como la confusión que causó la comunidad legal, el condado de Hudson cambió de rumbo en su decisión de eliminar gradualmente el contrato de ICE. En noviembre de 2020, durante una reunión maratónica de comisionados en Zoom en la que un centenar de personas dieron testimonio para oponerse a la renovación de diez años del contrato de Hudson, el condado votó para renovarlo, a pesar de la votación anterior para eliminarlo. Lxs funcionarixs que votaron a favor de la renovación citaron la necesidad de los ingresos que traería el contrato de ICE, así como la declaración del 2018 de lxs proveedores de servicios legales, que lxs convenció de que estaban ayudando a las personas detenidas en Hudson. Ahora existe un nuevo contrato de diez años para la detención de ICE, en parte porque algunos grupos pro-inmigrantes no incorporaron la abolición.

La dinámica en torno al contrato de ICE del condado de Hudson creó una tensión significativa dentro del movimiento para poner fin a la detención de inmigrantes en todo el país. ¿Es mejor la detención en áreas urbanas debido al acceso a un/a abogadx y conexiones familiares? ¿No deberíamos preocuparnos de que la detención se vaya a otra parte, dificultando la lucha por el cierre debido a los recursos limitados y la capacidad organizativa? Si bien estas son preguntas justas, se enfocaron en mitigar el daño del sistema actual, no en desarrollar el poder para abolir ICE y la detención de inmigrantes. De hecho, desarrollar organización y activismo contra ICE en comunidades como la ciudad de Nueva York, que tienen más recursos y capacidad, es esencial para lograr avances a nivel federal, donde se toman la mayoría de las decisiones sobre la detención.

En 2017, Louisiana también aprobó importantes reformas de justicia penal destinadas a reducir la población carcelaria en un diez por ciento en diez años. En los años que siguieron, la población carcelaria estatal disminuyó, dejando miles de camas de prisión vacías y muchas comunidades tambaleándose por la consiguiente pérdida de empleos e ingresos. Al igual que en Nueva Jersey, ICE decidió intervenir. En el transcurso de un año, ICE contrató siete centros de detencion adicionales en el estado, ampliando su capacidad allí a aproximadamente 6,000 camas. Si bien la intención en Louisiana era reducir la tasa de encarcelamiento, lxs defensorxs de la justicia penal no habían anticipado que ICE utilizaría esas camas.

En muchos sentidos, la historia de la expansión del sistema de detencion en Louisiana refleja las preocupaciones de lxs proveedores de servicios legales como lxs de la ciudad de Nueva York que se opusieron al cierre de Hudson. Hay recursos limitados en las áreas rurales para representación legal y para organizarse para detener la expansión de la detención, lo que dificulta que lxs inmigrantes detenidos allí obtengan ayuda, incluso si son elegibles. ICE sabe esto y aísla intencionalmente a las personas en instalaciones remotas para facilitar su detención y deportación lo más rápido posible. Pero la respuesta no debería ser detener a las personas más cercanas a las zonas urbanas o detener el cierre de los centros de detención. Más bien, deberíamos reafirmar el llamado a poner fin a la detención por completo, exponer las injusticias del sistema en su conjunto y construir una ola de apoyo a la acción federal para abolir el sistema.

 

Estrategias de solidaridad y alineamiento

La lucha por la justicia migratoria y la abolición del complejo industrial de prisiones será larga, pero debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de no repetir los errores del pasado, que han resultado en una mayor criminalización, encarcelamiento y división entre nuestros movimientos. Aquí hay algunas estrategias que deben considerar aquellxs que luchan por la justicia de lxs inmigrantes:

  • Aprenda todo lo que pueda sobre las intersecciones entre el complejo industrial penitenciario y la máquina de deportación. Promueva la educación política dentro de su organización y con las personas con las que trabaja. Dele prioridad a la rendición de cuentas al movimiento de abolición del complejo industrial penitenciario en la forma en que se organiza, defiende y envía mensajes sobre inmigración.
  • Conecte los esfuerzos locales para retirar fondos de la policía con el llamado más amplio para retirar fondos de ICE y la Patrulla Fronteriza. ICE es una de las agencias policiacas más grandes del país; Mostrar las relaciones y similitudes entre las agencias policiacas racistas es fundamental para el llamado a abolir ICE. Además de los departamentos de policía, los alguaciles locales tienen un papel enorme en la aplicación de la ley de inmigración. Despojar a los alguaciles draconianos puede tener un impacto considerable en la reducción de la población de detenidxs, preventivos y carcelarios para inmigrantes y no inmigrantes por igual.
  • Elaborar estrategias con grupos locales para cerrar de forma permanente cárceles y prisiones. Cuando se finaliza un contrato de detención de ICE, esa instalación aún se puede contratar con el Servicio de Alguaciles de EE. UU. o con los gobiernos locales. La reutilización o el desmantelamiento de estas estructuras garantizará que las cárceles y las prisiones no sean utilizadas por otras agencias judiciales.
  • Construir relaciones con organizaciones que abogan por reformas de sentencias a nivel estatal para descarcelar a las poblaciones carcelarias. Las historias de Nueva Jersey y Louisiana son advertencias sobre las consecuencias no deseadas de estos esfuerzos y lo que está en juego si seguimos aisladxs. Además, las reformas de las sentencias a nivel estatal pueden afectar si lxs inmigrantes reciben ciertos beneficios y pueden evitar que sean objeto de detención y deportación.
  • Eleve y conéctese con grupos que trabajan en la intersección de estos temas, como Rising Majority, Survived and Punished, y el Asian Prisoner Support Committee.
  • Esté presente en los momentos clave. No es suficiente simplemente mostrar solidaridad; Es fundamental actuar y ofrecer apoyo cuando más se necesita. Cuanto más establezca relaciones, más fácil será practicar esto.

Una cosa está clara para mí después de las protestas del verano pasado: si las comunidades Negras prosperan, todxs prosperamos. Hoy en día, la voluntad de los grupos pro-inmigrantes con recursos para pedir el fin de la detención se debe en parte al espacio abierto por los levantamientos por las vidas Negras y el llamado a la abolición. No es suficiente abolir ICE y desvincular la inmigración del sistema de castigo criminal; debemos trabajar para abolir todo el complejo industrial de prisiones para que todas nuestras comunidades prosperen.

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