Una conversación llevada a cabo en marzo 2020 con Stacy Davis-Gates, vicepresidente, Chicago Teachers Union (CTU) y Amisha Patel, directora ejecutiva, Grassroots Collaborative acerca de la huelga por el bien común realizada por maestrxs y personal de apoyo en octubre 2019 en Chicago.
Extractos del webinario
¿Qué es la estrategia de Negociar por el Bien Común (BCG, por sus siglas en inglés)? Miembrxs comunitarixs y sindicales que colaboran alrededor de una visión de largo plazo para los cambios estructurales que quieren ver en sus comunidades, y que usan su negociación sindical como un momento crítico en una campaña más amplia para lograr ese cambio.
Saqib Bhatti, codirector, Action Center on Race and the Economy (ACRE): La primera conferencia de redes de BCG que se hizo en 2014 fue inspirada por la colaboración vanguardista entre la comunidad y el sindicalismo que ganó la huelga de CTU en 2012. Actuaron para mejorar la calidad de la educación en las escuelas públicas de Chicago y la plataforma de la huelga fue “Las escuelas que lxs estudiantes de Chicago merecen”. Esa campaña redefinió fundamentalmente las ideas de la gente acerca del rol que los sindicatos pueden tener en cambiar las dinámicas de poder en sus ciudades y estados. Logró que la gente se diera cuenta de que, cuando los sindicatos y las organizaciones comunitarias se unen para luchar por exigencias del bien común, eso les da poder transformacional.
Las campañas de BCG, encabezadas por colegas de las redes, están construyendo sobre el trabajo de CTU y se han expandido de California a Massachusetts, del estado de Washington a Puerto Rico.
Líderes de CTU, Grassroots Collaborative y sus organizaciones colegas en Chicago han mantenido la presión durante tres ciclos de contratos para cambiar fundamentalmente su ciudad. Han ganado exigencias vanguardistas en asuntos como las escuelas santuario, consejerxs y enfermerxs, y la educación de arte y música en 2012, 2016 y 2019. Han generado ganancias progresivas de cientos de millones, ayudado a cancelar subsidios de impuestos corporativos para algunas de las corporaciones más poderosas del estado.
Lo que ocurrió en Chicago en 2019 llevaba una década en proceso.
Marilyn Sneiderman, directora ejecutiva, Center for Innovation in Worker Organization (CIWO), Escuela de Administración Administración y Relaciones Laborales, Rutgers University: Stacy y Amisha, yo pensé que la mejor forma de comenzar sería que ustedes dos simplemente nos contaran un poco de su historia. ¿Qué sucedió realmente, no solo durante la huelga, sino en los momentos previos a la huelga? ¿Cómo ha sido esta experiencia para ustedes? ¿Qué querían lograr? ¿Qué ganaron?
Amisha Patel (extractos): Grassroots Collaborative es una coalición comunitaria y sindical que trabaja asuntos de justicia económica y racial. Estamos en nuestro año número 20. La meta es tratar de crear a lo largo del estado el mismo tipo de infraestructura que hemos creado en Chicago.
Lo que lxs maestrxs pudieron ganar en Chicago fue construir sobre una década de trabajo. Yo conocí a Stacy Davis Gates cuando ella era maestra y estaban tratando de cerrar su escuela y yo trabajaba como organizadora de la Local 73 de SEIU. La naturaleza duradera de las relaciones y el trabajo es realmente fundamental.
El trabajo durante este tiempo – parte de lo que ha quedado realmente claro es que se trata menos de los asuntos que trabajamos y más bien de la ideología que compartimos, que es realmente crucial. Así que un análisis común de por qué las cosas son como son y cómo entendemos nuestro rol en enfrentarnos al racismo y el capitalismo y, obviamente, las intersecciones de esas dos cosas y cómo eso impacta y azota a la gente en nuestras comunidades, nuestros trabajos y nuestras escuelas. Esa intersección ha sido un lugar verdaderamente crucial para hacer nuestro trabajo transformativo. Nuestras exigencias han pasado de detener los recortes a tomar la ofensiva y hablar de la visión de lo que es necesario y se necesita en nuestra ciudad.
Entonces, cuando llegaron los momentos de la negociación junto con este último contrato, construimos sobre años de conversación acerca de la vivienda, la asequibilidad, el desplazamiento, las ganancias, el desarrollo económico y el racismo en nuestra ciudad.
Stacy Davis Gates (extractos): Somos un éxito de la noche a la mañana que se tardó 12 años. Digo 12 años porque no debería tomarte 12 años. Una infraestructura del bien común es de suma importancia. Lxs educadorxs son practicantes del bien común. Son la base misma de lo que el bien común es, ¿entonces por qué no negociar para eso? Sabemos que las puntuaciones de las pruebas solamente nos hablan del estatus socioeconómico y racial de lxs estudiantes. Eso es un hecho.
Estamos poniendo en tela de juicio lo que se ha convertido en la norma educacional. Somos parte de una coalición comunitaria que busca no solo cambiar la forma en que enseñamos en las escuelas, sino cambiar la forma en que entendemos a las personas necesitan la educación pública. Son las mismas personas que necesitan un salario mínimo de $15. Son las mismas personas que necesitan viviendas asequibles. Son las mismas personas que necesitan miles de millones de dólares de inversión en sus barrios.
Esto no es algo que estamos haciendo solamente por las comunidades escolares que nuestrxs miembrxs habitan. Estamos realmente enfrentándonos a la premisa del gobierno neoliberal, la austeridad, el racismo, todas las cosas que no nos van a ayudar a progresar en la comunidad escolar, pero a sabiendas de que las madres y los padres necesitan empleos estables para poder vivir en la ciudad de Chicago.
Marilyn Sneiderman: ¿Por qué lucharon por exigencias del bien común? ¿Por qué sus miembrxs se conectaron tanto con ellas?
Stacy Davis Gates (extractos): Nuestrxs miembrxs no solo trabajan en la comunidad escolar, conduciendo por barrios que no tienen cosas, con vacantes en términos de nuestros hogares que han sido demolidos sin ser reemplazados.
Durante la huelga, pudimos contrastar cómo el Municipio le daba $1,5 mil millones a Sterling Bay (compañía de construcción) para construir Lincoln Yards, “el parque de la gente rica”. Mientras tanto, en el lado sur de Chicago, estamos tratando de ver cómo conseguimos que haya unx enfermerx y unx trabajadorx social en las comunidades escolares que se enfrentan a la pobreza y el trauma, porque, adivina qué, la pobreza es traumática. Y ni contarte de la violencia que la ciudad ha enfrentado por un montón de tiempo.
Brindamos ese contraste, contamos historias de miembrxs de nuestras comunidades escolares y permitimos que el pueblo de Chicago tomara la decisión y yo diría que, en 11 días, el pueblo en huelga tomó la decisión.
Sheri Davis: ¿Tener mujeres de color en el liderazgo impacta la estrategia de BCG? De ser así, ¿cómo y por qué?
Stacy Davis Gates (extractos): La estrategia del Negociar por el Bien Común es un beneficio para mi liderazgo. Lo que hace es dar legitimidad instantánea a mi experiencia en la mesa de la coalición. Soy una mujer negra y estoy en el sindicalismo; no hay muchas de nosotras liderando a este nivel. La gente en la mesa comunitaria son personas cuyas experiencias son similares a las mías. También soy madre; mis hijxs estudian en las escuelas públicas de Chicago. Estas son cosas que ayudan a legitimar mi espacio dentro de la coalición, pero también ayudan a amplificar mi voz como líder sindical, porque un hombre blanco cuyos hijxs van a una escuela en los suburbios no puede realmente tener esa misma voz de la misma forma. Yo vivo en el lado sur de Chicago. No estoy pidiendo nada que no necesite yo misma. No le estoy pidiendo a nadie que haga ningún sacrificio que mi familia no esté haciendo. Así que me encuentro en un lugar muy auténtico.
Pero también produce un poco de tensión. Represento al sindicalismo, así que todas esas animosidades y tensiones acumuladas que la gente tiene, por cómo el sindicalismo tiende a ser caricaturizado o por cómo se ha comportado tradicionalmente, siguen cayendo sobre mí, porque represento al sindicalismo. Rechazo eso, porque yo no hice nada de eso y no creo en eso de que me castiguen por cosas que yo no hice. Pero lo entiendo y estoy dispuesta a ver cómo podemos crear un espacio más equitativo en esas mesas.
Amisha Patel (extractos): Yo creo que no es coincidencia que las mujeres de color hayamos tenido un rol tan grande dentro de las organizaciones aquí. En parte, no hay ninguna separación que se pueda encajonar falsamente en ningún sitio. Se trata de raza, de género, de ser queer, de todo esto junto y de tener un análisis de cómo múltiples opresiones nos afectan no solo a nosotras como mujeres de color líderes, sino a nuestra gente.
Creo que eso es también una pieza clave de BCG. La estrategia no se trata solo de asuntos del pan de cada día dentro del trabajo, sino que se trata de entender todas las distintas maneras en que la gente se ve impactada por ser como es y por vivir en sus barrios y sus comunidades y tener experiencias difíciles con todos los distintos niveles de desinversión o abandono. Así que pienso que las experiencias de vida son cruciales en el sentido de que cada unx de nosotrxs está realmente atadx intrincadamente con lxs demás. Esto es todo lo que hacemos como organizadorxs, este es el punto. Tomamos el sentido de poder individual de la gente y podemos crear un sentido de poder colectivo. Enraizar eso en las vidas reales de la gente y las mujeres de color, en particular, es tan crucial.
Para más, véase el webinario.